La capacidad para perdonar.


Decía Mahatma Gandhi, el famoso pensador pacifista indio, que "las personas débiles nunca podrán perdonar,  ya que la capacidad de perdonar es un atributo de las personas fuertes".

Pero, ¿qué es perdonar? Y, sobre todo, ¿por qué tener capacidad de perdonar es un aspecto importante para nuestro bienestar y para el bienestar de la sociedad? 



Perdonar significa superar un afecto y un juicio negativos que tenemos de alguien que nos ofendió, para seguir adelante, pero no significa negarnos el derecho a tener ese afecto y juicio negativos. Es saludable, y totalmente adaptativo, molestarnos si alguien, cercano o no a nosotros, nos ofende con algún comentario o acción, ya sea éste voluntario o involuntario. Lo que no es saludable es caer en estar continuamente molesto o irritado por ese acto que nos ofendió cuando ha pasado tiempo de su ocurrencia. Los pensamientos negativos intensos y frecuentes sobre el pasado son la materia prima que bloquea las emociones de felicidad y satisfacción, los pensamientos que impiden la serenidad y la paz.


Existe una equivocación bastante común que considera que perdonar significa condonar, liberar de la responsabilidad, a la persona que nos ofendió o molestó. Perdonar no significa olvidar, ni liberar de ninguna responsabilidad, sino caer en la cuenta de que si ya me molesté, me irrité, me enfadé, en el momento en el que me hicieron daño, no voy a continuar permitiendo que ese hecho, y esa persona, tengan un papel central en mis preocupaciones.  


Durante el taller, estas semanas, hemos estado tratando de reflexionar sobre un concepto tan complejo de comprender y ejercitar como es el perdón. Y hemos logrado establecer que perdonar no significa rebajarse ante nadie, ni ser débil, ni supone olvidar lo ocurrido; y sí significa comprender mejor, tener mayor empatía, no guiarse por sentimientos de venganza ni por el “ojo por ojo”. Y que, en esos casos en los que una persona ha querido herirnos a propósito, perdonar puede ser “la más dulce venganza”;  en palabras de Isaac Friedmann, que opinaba así que el perdonar es no entrar en un juego peligroso de ira o venganza con ciertas personas dañinas. Lo mismo opinaba Oscar Wilde, cuando proponía “perdonar siempre a tus enemigos: porque no hay nada que les moleste más”.


Se ha demostrado que ejercitar nuestra capacidad para perdonar tiene estos efectos:


          reduce el nivel de estrés y disminuye emociones de rabia,

          reduce síntomas de depresión,
las personas que tienden a perdonar poseen un riesgo menor a sufrir  desórdenes  de  dependencia de nicotina, trastornos de abuso de sustancias, trastornos depresivos y ansiedad.
 Además, tener la capacidad para perdonar, y hacerlo, promueve muchos aspectos relacionados con el bienestar: una mayor emocionalidad positiva (y menor emocionalidad negativa), alta satisfacción con la propia vida y, en resumen, promueve poseer un perfil psicológico más flexible y positivo.






2 Response to "La capacidad para perdonar."

  1. Anonymous says:

    Hola Pablo,

    Muchas gracias por tu comentario en el blog de filmoterapia, espero que te ayude para tu trabajo.También darte la enhorabuena por tu blog, me gusta mucho.

    Un saludo afectuoso

    Me ayuda, sí. Me parece que tu blog está genial, y que parte de una idea muy interesante. Gracias por el comentario.

    ¡Un saludo!

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