• Imagen 1 LA CAPACIDAD PARA PERDONAR: CRECER
    Decía Mahatma Gandhi, el famoso pensador pacifista indio, que "las personas débiles nunca podrán perdonar, ya que la capacidad de perdonar es un atributo de las personas fuertes". Pero, ¿qué es perdonar?

La Fortaleza de Autorregulación: sugerencias para su integración terapéutica.

 

La Autorregulación es una Fortaleza Personal. Es la capacidad de ejercer esfuerzos en supervisar las acciones, emociones y cogniciones propias en orden de alcanzar aquellas metas y objetivos personales que se hayan planeado como importantes. Las personas que tienen esta fortaleza son capaces de controlar respuestas impulsivas, pensar en el largo y medio plazo y no únicamente en las gratificaciones inmediatas.

En el contexto de la rehabilitación psicosocial, la Fortaleza de Autorregulación [Autocontrol] es de las más comunes y presentes entre los usuarios e integrantes de los servicios. Se puede teorizar que su presencia en personas con una enfermedad mental puede deberse a resultados de aprendizajes y habilidades de resiliencia tras haber superado momentos adversos propios de la enfermedad; resiliencias que tienen que ver con la Autorregulación: la capacidad de gestionar emociones y cogniciones impulsivas y a corto plazo, en orden de transformarlas en planes y objetivos personales a medio y largo plazo.

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Una de las formas de incorporar el trabajo terapéutico sobre la Autorregulación en talleres grupales o sesiones individuales en este contexto puede ser la puesta en marcha de un Plan de Identificación y Aplicación Cotidiana de esta fortaleza en la vida del usuario/s del servicio.

 

 

PLAN DE IDENTIFICACIÓN Y APLICACIÓN COTIDIANA DE LA AUTORREGULACIÓN.

OBJETIVO:

Utilizar con más frecuencia la fortaleza de Autorregulación; estableciendo planes diarios deliberados para ponerla en práctica, al principio, y comprometiendo su realización como objetivo personal, logrando su automatización en el funcionamiento diario regular.

 

CÓMO LOGRAR ESTE OBJETIVO:

Éste es el paso fundamental; cómo lograr utilizar con más frecuencia esta fortaleza. ¿Motivos y pasos para hacerlo? Los siguientes:

 

 

Primer paso - Querer y desear.

 

Puede parecer nimio o poco relevante, pero ejercer un compromiso propio a establecer una serie de objetivos en la vida marca la diferencia en muchos aspectos. En este sentido, las Fortalezas Personales pueden marcar un modo interesante de hacerlo.

Las fortalezas son patrones de pensamientos, sentimientos y conductas que estimulan y dirigen al individuo hacia una efectividad máxima: es decir, son formas de pensar, de sentir y de actuar que poseemos cada uno de nosotros, y que nos sirven para motivarnos y tener energía para sacar lo mejor de nosotros. Son parte de nuestra forma de ser, y cuánto más las utilicemos en el día a día, más conseguiremos sacar lo mejor de nosotros mismos. Las Fortalezas son puntos fuertes dentro de la personalidad de cada individuo, son factores virtuosos de personalidad que se manifiestan en los comportamientos de las personas que son buenas por sí mismas, contribuyendo al bienestar y a la satisfacción vitales. Es decir, cuánto uno más utilice sus Fortalezas para resolver problemas y para disfrutar de distintos momentos, mayor bienestar sentirá uno con su vida y más satisfecho estará de uno mismo.

 

 

Segundo paso – Motivos subjetivos.

 

Es el segundo paso más importante. Uno de los objetivos que uno puede plantearse es cambiar una dinámica vital, salir de un círculo o patrón y entrar en otro, más constructivo o positivo. El “romper una burbuja” para ser más feliz y consecuente con la personalidad propia. Sin embargo, dicho cambio de comportamientos y perspectivas no tiene  como requisito el cambiar absolutamente todo lo que uno ya ha realizado, ni “empezar de cero”, ni  “encontrar el botón de reinicio”. Más bien, no es reiniciarse uno ni empezar de cero: el objetivo es utilizar toda la experiencia acumulada, los aprendizajes, las habilidades, los valores, las destrezas y las fortalezas personales para encontrar más momentos de felicidad y para realizar actividades que sean coherentes y consecuentes con la propia forma de ser.

 

 

Tercer paso - Utilizar técnicas para poner en marcha y utilizar deliberada y planificadamente la fortaleza de Autorregulación.

 

Una de ellas, que proponemos, es un entrenamiento en Mindfulness o atención plena. Pueden encontrarse dos guías para entrenar la conciencia plena sobre el presente en dos direcciones web. La primera, en la página de Vicente Simón, en la que pueden encontrarse audios sobre ejercicios de barrido corporal o Mindfulness y compasión. La otra, en inglés, recopila una serie de meditaciones realizadas por Barbara Fredrickson, que ella denomina loving-kindness meditation.

Las claves para que estos recursos de entrenamiento en audio sobre atención plena sean útiles y funcionen son dos: la regularidad en su práctica, convirtiéndola en un hábito o rutina, y la persistencia en su utilización. Aunque en los dos recursos mencionados las instrucciones para su práctica son secuenciales e incrementales, algunas recomendaciones a no olvidar durante su realización son los siguientes:

 

Si tienes dificultades en dar cabida sólo a cogniciones y emociones del momento presente, del ahora, imagina que en tu mente se encuentra un conserje, que sólo permite la entrada a pensamientos y sensaciones referidas al ahora, al momento presente; y no permite la entrada a recuerdos del pasado, ni a imaginaciones sobre el futuro.

Lo único que existe es el presente. El pasado ya ha ocurrido, ya ha acontecido, y no podemos cambiarlo. El futuro no existe, aún no ha ocurrido, aún no ha pasado. Lo único que existe es el ahora, el presente, el aquí.

Si tienes dificultades para centrarte en el momento presente, observa como los otros pensamientos intrusivos aparecen, pero con la misma facilidad se van. Imagina que cada pensamiento es un globo aerostático, que se acerca sin que lo veamos, pero que con el viento se vuelven a ir, con mucha facilidad. Tu respiración, tranquila y pausada, es el viento que se lleva a esos pensamientos a otro lugar.

 

 

Cuarto paso - Conectar experiencias pasadas en las que se haya hecho uso de la Fortaleza de Autorregulación.

Un paso previo a comenzar a utilizar de forma regular la Autorregulación es conectar esta fortaleza con las experiencias pasadas y presentes en las que se haya utilizado; se trata de realizar un ejercicio de reflexión, ponderación y “periodismo” sobre qué uso se ha realizado en el pasado de la Autorregulación. Para ello, uno puede seguir una serie de preguntas dedicadas a facilitar dicha exploración; preguntas como:

 

¿Te ves reflejado en la fortaleza de Autorregulación? ¿Cuál fue tu primera reacción al ver en los resultados del VIA que la posees?

¿Qué es lo que más te sorprende de poseer esta fortaleza?

¿Te identificas con la Autorregulación? En otras palabras; ¿Sientes que ésta forma parte, entre otros elementos, del núcleo de quién eres?

¿Sientes que cuando has practicado la Autorregulación en el pasado has obtenido experiencias constructivas?

¿Cuál es la última vez que has utilizado la Autorregulación en un momento o situaciones determinada de tu vida?

Piensa en un momento de tu vida en el que sientas que estabas funcionando del mejor modo posible, aquel en el que más “tú” te sentías, ¿utilizabas la fortaleza de Autorregulación como estrategia habitual?

Piensa en un momento de tu vida en el que te sintieras con cierta ansiedad, con el ánimo bajo o con gran estrés, ¿usaste en ese momento para salir adelante la Autorregulación?

Considera qué persona/s de tu entorno actúan para ti como modelos de conducta o “parangones” en tanto a la Autorregulación. ¿Cómo la expresan y utilizan? ¿En qué situaciones? ¿Con qué resultados?

 

 

Quinto y último paso - Persistencia. No “paciencia”.

“Paciencia” es un término muy “blando”, muy “light” y, sobre todo, muy pasivo. Paciencia supone esperar, sentado en el sofá de casa, a que los eventos positivos nos sucedan. Persistencia, en cambio, supone luchar por lo que queremos, siendo constantes, tomando timón del barco.

Nuevas evidencias científicas sobre el Perdón

 

En otra ocasión hemos hablado de qué es perdonar, porque posee beneficios psicológicos personales y debido a qué es un tratamiento psicológico potencialmente favorable. El perdón, recordemos, puede ser definido como un conjunto de cambios motivacionales prosociales experimentados hacia los perpetradores de un daño personal pasado; cambios que incluyen reducciones en la motivación de vengarse de esas personas que nos dañaro, así como aumentos en una motivación benévola (McCullough, Fincham, y Tsang, 2003. McCullough et al, 1998).

 

Vamos a resumir, muy brevemente, algunas investigaciones muy recientes, que se han realizado en el 2013, sobre el perdón.

 

 

1. Perdonar eleva nuestra esperanza y nuestro autoestima

 

Lin, Enright y Klatt, 2013.

Wei Neng Lin, Robert D. Enright, John S. Klatt. A Forgiveness Intervention for Taiwanese Young Adults with Insecure Attachment. Contemporary Family Therapy. March 2013, Volume 35, Issue 1, pp 105-120

 

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En este estudio se evaluó la eficacia de una intervención de perdón para los adultos jóvenes con apego inseguro con sus madres. Los resultados de una intervención basada en el perdón demostraron que sus participantes mostraron una mayor mejoría en medidas de seguridad en el apego, perdón, ansiedad - rasgo, esperanza y autoestima

 

 

2. La curiosidad como antídoto contra la venganza: la flexibidad cognitiva que requiere perdonar.

Kashdan et al, 2013

Todd B. Kashdan, C. Nathan DeWall, Richard S. Pond Jr., Paul J. Silvia, Nathaniel M. Lambert, Frank D. Fincham, Antonina A. Savostyanova y Peggy S. Keller. Curiosity Protects Against Interpersonal Aggression: Cross-Sectional, Daily Process, and Behavioral Evidence. Journal of Personality, Volume 81, Issue 1, pages 87–102, February 2013.

 

La curiosidad es la propensión a reconocer y descubrir nuevas formas de información y experiencias, incluyendo un interés intrínseco en el aprendizaje y en el desarrollo del conocimiento de uno mismo.

 

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Este estudio demuestra que la curiosidad (tanto como rasgo como habilidad) está unida a un menor número de respuestas agresivas hacia la pareja y hacia personas que causaron daño psicológico en el pasado. Se concluye que las personas muy curiosas poseen una mayor sensibilidad de contexto. Se une esto, por otro lado, al hecho demostrado de que la flexibilidad psicológica inherente a gente curiosa influye tanto a sus interacciones sociales como a las habilidades y capacidades de autorregulación. De hecho, en un estudio de registro diario durante un periodo de cuatro semanas, las personas que podían tolerar más efectivamente y estar abiertos a la incertidumbre informaron de un menor número de conflictos frecuentes con amigos, así como una conducta reactiva menos pasivo – agresiva y una mayor disposición para perdonar actos pasados recibidos de daño psicológico.

 

 

3. Perdonar en la tercera edad.

Allemand,; Steiner,; Hill, 2013

Allemand, Mathias; Steiner, Marianne; Hill, Patrick L. Effects of a forgiveness intervention for older adults. Journal of Counseling Psychology, Vol 60(2), Apr 2013, 279-286.

 

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Otra investigación, también realizada en el año 2013, se llevó a cabo examinando los efectos de una intervención breve en perdón para personas de la tercera edad. Setenta y ocho personas de la tercera edad (de una edad media de 70,1 años) fueron asignados al azar a una condición de tratamiento o una condición de control en lista de espera. La intervención en perdón redujo en los participantes los niveles de haber percibido una agresión pretérita en sus vidas, además de reducir en éstos emociones, cogniciones y afectos negativos relacionadas con dicha agresión. Estos hallazgos sugieren los beneficios de las intervenciones basadas en perdón dirigidas hacia personas de la tercera edad, pues ayudan a los participantes a aclarar y tratar con las agresiones interpersonales pasadas, presentas y futuras.

 

 

4. Experimentar y demostrar gratitud y perdón nos hace sentirnos más auténticos y con mayor bienestar.

 

Chan, 2013

David W. Chan. Subjective well-being of Hong Kong Chinese teachers: The contribution of gratitude, forgiveness, and the orientations to happiness. Teaching and Teacher Education. Volume 32, May 2013, Pages 22–30

 

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El siguiente estudio también analizó una intervención basada en el perdón. En concreto, investigó si la gratitud y el perdón contribuyen al bienestar subjetivo (en tanto: satisfacción con la vida, afecto positivo y afecto negativo), específicamente en el ámbito de la educación: la muestra fueron 143 profesores de chino de Hong Kong. Se encontró así que la gratitud y el perdón están sustancialmente y significativamente correlacionados entre sí, con la orientación del sentido de la vida, y con el bienestar subjetivo. Estos resultados permiten aseverar la notable contribución del perdón en tanto a la reducción del afecto negativo, recomendando que se sigan elaborando y desarrollando intervenciones positivas eficaces cuyo objetivo sea la mejora de bienestar subjetivo entre los profesores.

 

 

5. Perdonamos más fácilmente el daño propio que el ajeno.

Cheung y Olson

Irene Cheung, James M. Olson. Sometimes it's easier to forgive my transgressor than your transgressor: effects of subjective temporal distance on forgiveness for harm to self or close other. Journal of Applied Social Psychology, Volume 43, Issue 1, pages 195–200, January 2013.

 

La quinta investigación que recopilamos estudia también la variable psicológica del perdón: en concreto, intenta responder a la siguiente pregunta: ¿Perdonamos con más facilidad cuando el daño nos lo han hecho a nosotros o cuando el daño se lo han hecho a otras personas de nuestro entorno, como amigos y familiares?

 

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Pues bien, esta investigación ha demostrado que somos más tolerantes y más capaces de perdonas las agresiones y transgresiones cometidas hacia nosotros mismos que el daño ejercido hacia personas cercanas de nuestro entorno. Es decir, perdonamos mejor las ofensas ejercidas hacia nosotros mismos, y menos las cometidas hacia amigos, familiares y otras personas de nuestra red social. ¿Por qué? Esto puede deberse, hipotetizan los autores, a que cuando uno mismo es el objetivo directo de un daño psicológico (cuando uno es la víctima directa) se presta más atención a la información disponible en el momento de esa ofensa personal - psicológica, y eso, en último término, esa información detallada de ese momento doloroso puede facilitar la capacidad futura de perdonar y superar dicho acto, en orden de reparar la relación con ese transgresor.

Un esfuerzo total es una victoria completa: el papel en el éxito sobre objetivos vitales de las Fortalezas Personales y el Orgullo.

 

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¿Qué significa esta imagen? Es una diagrama, simplificado, que resume algunas de las características que sabemos sobre la relación entre la emoción de Orgullo (sobre la que hemos hablado en otra entrada) y otros tres elementos terapéuticos con los que nosotros solemos trabajar asiduamente: las Fortalezas Personales y su uso cotidiano, la Etiquetación Emocional y el Pensamiento Contrafáctico.

 

¿Qué relación existe entre ellas? Y, sobre todo: ¿qué utilidad terapéutica puede tener hacer uso de intervenciones modulares dirigidas a promocionar emociones de Orgullo a través del uso de Fortalezas Personales poseídas, habilidades de Etiquetación sobre emociones propias y utilización consciente de la estrategia del Pensamiento Contrafáctico? Lo veremos.

 

 

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El Orgullo Auténtico es la emoción que se deriva de cumplir con éxito metas y propósitos personales, completados tras ejercer esfuerzos deliberados dirigidos a tal fin. Este Orgullo Auténtico está altamente relacionado con ser capaces como individuos de introducirnos en una adherencia con nuestros propios objetivos, valores y metas en la vida (Tracy y Robins, 2007a).

En otras palabras: el Orgullo Auténtico sólo se experimenta si uno ha planteado y cumplido metas de carácter intrínseco (Carver y Johnson, 2010), esto es, objetivos que se persiguen “porque se quiere”, porque algo inherente en nosotros nos guía a ello: porque su éxito va a satisfacer alguna de nuestras necesidades personales – vitales, y no porque ello vaya a reportarnos alguna recompensa externa, tipo “fama”, “popularidad” o “aprobación social”. La ciencia ha corroborado, por tanto, aquello que decía asiduamente Gandhi: “nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”.

 

Es en este sentido dónde las Fortalezas Personales tienen algo que decir. En el campo del Orgullo y la consecución de metas personal el uso de las Fortalezas Personales que se posean posibilita un mejor progreso hacia la consecución de objetivos personales planteados para ser conseguidos (Linley et al., 2010).

Es decir: aunque no tengamos aún una investigación científica que relacione directamente Orgullo con Fortalezas Personales, sí podemos establecer que se relacionan indirectamente.

Veamos cómo:

 

Si al encontrarnos en el camino de estar cumpliendo un objetivo que hayamos planteado en nuestra vida hacemos uso deliberadamente de nuestras Fortalezas Personales, es más probable que persistamos más en ello, que encontremos mayor coherencia y significancia personal al hacerlo y, en último término, que tengamos éxito al conseguir esa meta. Y si para conseguir un objetivo planteado experimentamos mayor coherencia personal, a la par que somos capaces de saber qué queremos lograr planteándonos primero qué Fortalezas Personales vamos a usar para ello, es más probable que entremos en la dinámica de experimentar un Orgullo Auténtico: un orgullo derivado de seguir unas motivaciones intrínsecas, y unos valores y fortalezas propios en ese proceso.

 

 

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¿Qué tiene que ver sentirse orgulloso por algo con tener una buena capacidad para etiquetar nuestras diferentes emociones? ¿Y cómo entra en juego en esta campo las estrategias de Pensamiento Contrafático?

La idea es hacer uso de ejercicios de etiquetación emocional para explorar y tomar conciencia deliberadamente de qué emociones positivas se viven y producen en nosotros al experienciar un orgullo personal, específico, tras haber logrado con éxito algún objetivo vital. En otras palabras: demasiadas veces como individuos caemos en no permitirnos sentir Orgullo tras haber logrado algo (grande o pequeño). Demasiadas veces caemos en la dinámica de:

Planear algo ► conseguir con éxito ese algo ►pasar inmediatamente a planear otra cosa

 

¿No falta aquí algo? ¿Dónde está el congratularse y darse la enhorabuena a uno mismo por haber logrado aquello, mediante un gran esfuerzo y constancia? Estar consecuentemente planeando distintas metas en nuestra vida es positivo, qué duda cabe, pero no lo es tanto si no tomamos el tiempo para pensar lo siguiente:

 

No desperdicies lo que tienes deseando lo que no tienes; pero recuerda que lo que ahora posees en tu vida estuvo una vez entre las cosas que esperabas tener en ella”.

 

En muchas ocasiones conseguimos algo e instantáneamente le quitamos el valor que tenía: una “meta” es algo ambicioso, positivo y desafiante; un “logro”, un “éxito”, en cambio, parece que pierda para nosotros ese valor. Enseguida lo damos por hecho, lo vemos como algo normal y pasamos a otra cosa. Aceptando que esto es algo que nos suele pasar a todos, algo que nos sucede y producimos de manera automática, tenemos la opción deliberada de usar (a propósito, con esfuerzo consciente) ejercicios de etiquetación emocional para no perder de vista el disfrute que supone haber logrado algo. No olvidar ni pasar por alto la satisfacción y el orgullo que significa haber cumplido aquello que una vez fue un objetivo desafiante y ambicioso, permitiéndonos un tiempo posterior a haber logrado un determinado objetivo personal dedicado a la atención y la conciencia deliberadas de nuestro estado de ánimo, monitorizando y etiquetando qué sentimos: qué matices encontramos dentro de la emoción de Orgullo.

No olvidar ni pasar por alto el orgullo, en segundo término, estableciendo conscientemente en ese momento un pensamiento contrafáctico (Roese, 1994): un reconocimiento de los aspectos positivos del presente, fruto de una comparación del estado presente con realidades alternativas menos satisfactorias. Es decir: yuxtaponer lo que hemos conseguido (justo después de haberlo hecho) con otra posible realidad de los hechos en la que no hubiéramos conseguido esa meta, o bien no nos hubiéramos esforzado o persistido en realizarlo, o bien ni siquiera hubiéramos planeado dicho objetivo.

 

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Durante la semana anterior, en nuestro taller de Psicología Positiva en ALUSAMEN nos hemos dedicado a fomentar situaciones de Orgullo, a través de planear y detallar qué metas personales deseamos conseguir y qué Fortalezas Personales usaremos para ello, así como darnos tiempo para disfrutar de lo conseguido, utilizando para ello ejercicios de Etiquetación de emociones de Orgullo, y, en último término, estrategias de Pensamiento Contrafáctico.

A continuación, reproducimos la experiencia durante una semana de J.M. Le damos la enhorabuena por haber conseguido esos tres éxitos, y le agradecemos el placer que supone leer sus logros.

 

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JL también ha llevado a cabo durante esta semana dos planes de acción dedicados a experimentar momentos de Orgullo Específico / Auténtico.

 

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Ejemplos de clientes utilizando Fortalezas Personales

Con distintos clientes, hemos logrado potenciar Fortalezas Personales y capacidades, aprendiendo además sobre emociones positivas como el Saboreo, Gratitud, Orgullo… Estas son algunas de las (muchas) habilidades, destrezas y nuevas perspectivas que hemos ido aprendido.


A.L. ha aplicado varias de sus Fortalezas Personales a distintas actividades de Saboreo:
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J.M. ha logrado en 4 semanas ser un auténtico experto en nombrar sus distintas emociones positivas:
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J. ha logrado preocuparse de una forma constructiva y lograr atender plenamente a las actividades que realiza:
emocs Jv
M. ha conectado, y sigue haciéndolo, actividades sociales que le hacen sentirse más conectada al mundo:
emocs ML
V. logra con éxito mostrar mayor perseverancia ante tareas difíciles sabiendo que una de sus Fortalezas Personales se lo permite:
emocs VC
J. ha compartido con nosotros una habilidad que él describe extraordinariamente como:
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Gratitud: beneficios de su práctica cotidiana





6 entradas de blogs para leer, aprender y saborear

 

Durante estos dos meses del año 2013 hemos podido leer unos cuantos artículos y entradas de blog que nos han interesado: algunos hablan de Psicología Positiva, otros tratan diversos temas relacionados con experiencias en la Rehabilitación Psicosocial y otros mezclan un poco de lo primero y lo último. Pero todos nos han aportado algo: conocimientos, formas de ver la vida o simplemente (¡”simplemente”!) momentos de disfrute. Pinchando sobre el título de cada artículo tendréis acceso a él, así como a las webs o blogs originales. Recalcamos que todo el contenido es propiedad de los distintos autores y blogs que se expondrán, no nuestro. Nosotros nos limitamos a recopilarlos, mencionarlos y disfrutarlos.

 

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1. Mindfulness y atención plena a través del cine. Escrito por el estupendo blog Filmoterapia.

Recomendamos fervientemente leer con detenimiento (¡y atención plena!) todo el artículo de Jaime Burque. Nos quedamos con un extracto:

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2. La Felicidad como camino. Publicado en el blog del Instituto Europeo de Psicología Positiva.

 

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3. 10 buenas razones para seguir el taller ROMPIENDO BARRERAS. En el blog AYUCA.

 

Un usuario de un taller del Centro de Rehabilitación y Apoyo Psicosocial (CRAP) describe cuáles son sus razones para seguir en ese taller:

 

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4. Los mejores momentos del programa de radio Lunética. En la web de Lunética

 

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5. Sensibilización sobre el TMG en un instituto. En el blog de Gritando en Blog Baja

 

Unas jornadas que deberían impartirse al menos una vez a TODOS y CADA UNO de los distintos cursos de colegios e institutos.

 

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6. Vivir en estado de “Gracias”. En el blog de Margarita Tarragona.

 

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El Orgullo: definición, funciones y un ejercicio terapéutico.

El Orgullo

¿Qué es el Orgullo?

¿Cuándo se siente uno orgulloso?

¿El Orgullo es siempre algo bueno?

¿Es bueno sentirse orgulloso siempre?

¿Es bueno no sentirse orgulloso nunca?

¿La humildad y el Orgullo son incompatibles?

 

El Orgullo es una emoción positiva que se puede definir como la promoción de la propia identidad a través de la valía experimentada como consecuencia de haber logrado un objetivo meritorio (Lazarus, 2006). El uso de técnicas dedicadas a promocionar el Orgullo como emoción positiva central produce decrementos en la severidad de los trastornos depresivos: la depresión clínica implica una disminución de la autoestima, y el Orgullo promueve aumentos en ella (Gruber et al, 2009).

 

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Orgullo y status social: compensación sobre el autoestigma.

El Orgullo es emoción que covaría con ganancias en el status y el rango sociales (Shariff y Tracy, 2009). Esta primera definición, este primer beneficio que produce el Orgullo, que es el percibir subjetivamente un aumento personal de la posición social, de la propia valía, ya es de entrada interesante en el contexto de la rehabilitación psicosocial. Es frecuente percibir en ocasiones cómo uno posee (subjetivamente, por supuesto) un menor merecimiento de estima, caracterizado por poseer una enfermedad mental, en comparación con personas sin ella: lo que se denomina “autoestigma”. Por ello, ya que la experiencia de la emoción de Orgullo implica incrementos en el status social (Tracy y Robins, 2004) y la adquisición de ventajas en una jerarquía social (Williams y DeSteno, 2009), su fomento como módulo terapéutico es muy posible que compense esta ocasional percepción de minusvalía, otorgando la percepción de un mayor crédito y estimación en sociedad: valía que siempre debe ser experimentada en el ámbito de haber logrado una serie de metas y objetivos personales planeados, a fin de no fomentar un Orgullo hubrístico (más adelante especificaremos esta denotación).

De este modo, el fundamento teórico de la aplicación del Orgullo como técnica terapéutica se basa en la demostración teórica de que aquellas personas que se perciben en un escalón alto de un rango social (recordemos, un efecto principal de experimentar regularmente emociones de Orgullo personal) son capaces de acceder a un rango más amplío de recursos útiles y valiosos, lo que se finaliza en la promoción de un mayor bienestar subjetivo (Adler et al., 2000; Ellis, 1995).

 

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Existe un orgullo malo, destructivo (hubrístico), y un orgullo bueno, constructivo (específico).

El Orgullo que nos va a interesar promocionar es un Orgullo basado en la experimentación de éxitos derivados de haber logrado un objetivo vital personal (Tracy y Robins, 2007a; Tangney, 1999); este Orgullo específico, basado en el éxito de objetivos, contrasta con un Orgullo general, hubrístico, (en tanto desmesurado, impermeable a la crítica y a las situaciones específicas, e incondicional), que se basa en poseer una visión positiva incondicional de uno mismo y que, al contrario que el Orgullo específico, puede derivar en percepciones sociales negativas. Por tanto, nos va a interesar promocionar la experiencia del Orgullo específico, que no deriva en consecuencias sociales negativas, sino que, como emoción positiva que es (Fredrickson y Branigan, 2001), posibilita planear y soñar con logros y éxitos que puedan darse en el futuro (ampliando el repertorio de cogniciones subjetivas), así como proveer de la motivación necesaria para el esfuerzo que ello implica (construyendo nuevos recursos comportamentales).

De este modo, el Orgullo amplía el conjunto de potenciales destrezas y comportamientos personales creando en el individuo el deseo de compartir con personas del entorno los éxitos logrados, provocando una motivación adicional por conseguir más logros en el futuro (Lewis, 2000). En concreto, una de las tendencias de acción que posibilita la emoción de Orgullo (según la caracterización que hace Barbara Fredrickson sobre emociones positivas y tendencias de acción construidas) (en Fredrickson, 2005), es la de “soñar a lo grande”, esto es, poseer ambición en lograr objetivos y trabajar en la consecución de planes de dichas metas y objetivos en la vida.

 

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Un ejercicio terapéutico interesante para elicitar y fomentar el uso de un Orgullo Específico es el siguiente:

Ejercicio dedicado: Orgullo y percepción de  valor autorreferido

Este ejercicio consiste en recordar y plasmar por escrito (en sesión) tres situaciones, que hayan acontecido en el último mes, que derivaran en vivenciar Orgullo . Antes de cumplimentar este ejercicio, se debe explicar brevemente cómo completar cada apartado:

clip_image001[10]      Situación” se refiere al hecho o conducta que provocó el Orgullo. Se debe intentar recordar día y hora.

clip_image001[11]      En “Fortaleza con la que tiene que ver” se debe comprobar con cuál de las Cinco Fortalezas Principales propias tiene que esa experiencia concreta de Orgullo. Por tanto, es necesario tener a mano la hoja – resumen con las CFP de cada usuario.

clip_image001[12]      Sinónimos de Orgullo y sensación corporal”: deben escribirse matices de la experiencia de Orgullo, intentando buscar sinónimos a la emoción de Orgullo de esa experiencia concreta, así como ubicar la sensación y el lugar físico de la emoción, con el fin de afianzar la etiquetación emocional, y hacer que cada uno identifique su sensación idiosincrásica al experimentar Orgullo.

     En “Cuanto hace que esperaba cumplir ese objetivo” se fomenta un contraste hedónico entre el estado de cumplimiento de una situación de Orgullo y un contexto previo, en el que la emoción de Orgullo aún no había sido satisfecha; el objetivo es que se recuerde deliberadamente que cada una de las situaciones elicitantes de Orgullo fue antes una meta, un objetivo a cumplir.

      (Hacer click en la imagen para visualizarla más grande)

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